"La Dalia Negra tenía una figura envidiable. La sensual presencia de la víctima, la sordidez de sus relaciones, el color de sus bragas, la grisura de su realidad y el sadismo de su ejecución provocaron una fascinación que aún persiste"
Rafael Aviña
Elizabeth Ann Short nació el 29 de julio de 1924 en Hyde Park, Boston, Massachusetts (Estados Unidos), pero se crió y vivió en Medford. Era la tercera de las cinco hijas de Cleo Short y Phoebe Mae Sawyer. Su padre era constructor de campos de golf en miniatura, hasta el crack bursátil de 1929 y la Gran Depresión, cuando perdió la mayor parte de los activos de la familia. En 1930, aparcó su coche en un puente y desapareció, lo que llevó a muchos a creer que se había suicidado.
La madre de Elizabeth se mudó con su familia a un pequeño departamento en Medford y encontró trabajo como contable. No fue hasta años más tarde que Elizabeth descubrió que su padre estaba vivo y viviendo en California. Siempre fue una niña enfermiza. Padecía asma y bronquitis, por lo que a los 16 años de edad fue enviada a vivir durante el invierno a Miami, Florida. Pasó los siguientes tres años viviendo ahí durante los meses fríos y en Medford el resto del año.
A los 19 años, viajó a Vallejo, California, a vivir con su padre, que estaba trabajando en San Francisco. Se mudaron a Los Ángeles a principios de 1943, pero un altercado hizo que ella se fuera de allí y encontrase trabajo en la oficina de correos en Camp Cooke, cerca de Lompoc, California. Como siempre, el atractivo de Elizabeth la hizo destacar entre las otras chicas y la eligieron "el Bombón de la Semana" en el trabajo.
Pese a su juventud, se fue a vivir con un sargento mucho mayor que ella, pero continuó saliendo con otros hombres. Al enterarse, él planeó matarla por sus infidelidades, pero fue destinado al extranjero antes de que pudiera llevar a cabo sus propósitos.
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| Ficha de detencion de la Policia de Santa Barbara |
Elizbeth fue envuelta en un problema de transito donde tuvo una fica en la policía, esta es la foto del reporte
Cuando la despidieron, trabajó como mesera y a veces como modelo. Elizabeth se trasladó a Santa Bárbara, donde fue arrestada el 23 de septiembre de 1943, por consumir alcohol siendo menor de edad; estaba bebiendo con un grupo de marineros. Tras su arresto, fue enviada de nuevo a Medford por las autoridades juveniles de Santa Barbara. Elizabeth regresó a vivir a Florida, con visitas ocasionales a Massachusetts.
En la Florida, conoció al Mayor Matthew Michael Gordon, Jr., un oficial condecorado de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que había estado en China, Birmania y La India. Elizabeth les dijo a sus amigas que Gordon le escribió una carta desde La India para proponerle matrimonio, mientras se recuperaba de las lesiones sufridas por un accidente aéreo para volver sabiendo la afirmativa de Elizabeth Short para su boda, en su retorno el avion que lo traia se estrello y el murio en agosto de 1945.{Quizas este fue un punto de quiebre en su vida} pero sigamos.
MAthew Gordon
Ambos Juntos
En los seis meses anteriores a su muerte, Elizabeth permaneció en el sur de California, principalmente en el área de Los Ángeles. Durante este tiempo, vivió en varios hoteles, edificios de apartamentos, casas de alojamiento, y casas privadas, nunca quedándose en cualquier lugar por más de un par de semanas.
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| Fiesta de año nuevo 1945 Miami |
La turbulencia en que experimentaba su vida derrepente la llevo a tener una conducta desordenada. Llego a trabajar En los bares y clubes nocturnos de Santa Bárbara donde adquirió el sobrenombre con el que sería recordada durante décadas: La Dalia Negra, debido en parte a sus cabellos de un negro azabache, que resaltaban su suave piel blanca y sus ojos azules, y por la costumbre de vestirse siempre de negro, incluyendo la ropa interior y las joyas. En 1946, Elizabeth había comenzado a merodear por los platós de Hollywood. Como muchas jóvenes atractivas de la época, intentaba hacerse un sitio en el mundo del cine. Obtenía algunos trabajos como extra, pero se le encontraba más a menudo en las caravanas de los actores que en el plató.
Muchas de las jóvenes llegaban llenas de esperanza y volvían a casa sin dinero y desilusionadas. Sólo unas pocas hacían carrera como actrices. El resto era absorbido por las industrias o formaba parte del submundo de la prostitución, las apuestas y las drogas, que había ido creciendo y estaba en pleno desarrollo gracias a los grandes beneficios que procuraba la comunidad del cine.
Alguna reunuion social en un momento de sol
Haciendo equilibrios para llegar a fin de mes, Elizabeth trabajaba otra vez como mesera y como modelo fotográfica. Lentamente, pero con seguridad, se estaba dejando arrastrar a una vida de carencias. Según muchas versiones, inclusive practicó la prostitución, aunque muchos investigadores han negado tal hecho. Además tenía muchos pretendientes, entre ellos un profesor de idiomas, aunque la mayoría eran rufianes.
En agosto de 1946, comenzó a beber demasiado. Su mitomanía también se manifestaba a cada momento. Le contaba a la gente que había estado casada con el Mayor Gordon y que habían tenido un hijo que también había muerto.
Una persona que oyó esta triste historia, una acomodadora de cine llamada Dorothy French, invitó a la desconsolada a su casa en Pacific Beach.
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| Dorothy French |
En ese lugar Elizabeth estuvo viviendo allí un mes, marchándose el 8 de enero de 1947.
A solo menos de una semana de su muerte.
Con Robert "Red" Manley
LOS ULTIMOS DIAS DE ELIZABETH SHORT
De las ultimas personas que tuvieron contacto, fue un pelirojo llamado Robert "Red" Maley (25) que era casado un año antes y era vendedor y un ex miembro musical del ejecito pero dado de baja por problemas psiquiatricos. El iba a transportala a algun lugar de Los Angeles.
Elizabeth se dedicó a recorrer algunos bares angelinos. También estuvo en el sórdido Hotel Cecil, aunque no se sabe a quién visitó allí. Mucha gente atestiguó haberla visto en Los Ángeles en varios restaurantes y bares. {Aqui comienza su desaparicion.}
Se informó que se le había visto dos veces en un coche y en un restaurante, en ambas ocasiones con un hombre pelirrojo y de 1,80 de estatura.Fue vista con vida por última vez la madrugada del 9 de enero en el Hotel Biltmore, donde estaba hospedada. Al salir, dijo que "iba a conocer a un caballero". Se fue del hotel para nunca regresar.
Sus últimos días de vida constituyen un misterio reconstruido fragmentariamente. El asesino la capturó, la llevó a algún lugar apartado y allí comenzó a torturarla. Primero la amordazó y desnudó completamente; luego la amarró de las muñecas y los tobillos con una cuerda, y la colgó de cabeza, suspendida del techo.
Así colgada, la golpeó a puñetazos en repetidas ocasiones en todo el cuerpo. Después le quitó la mordaza y procedió a cortarle con un cuchillo los músculos risorios del rostro, para mantenerla sonriendo grotescamente mientras duraba el brutal martirio.
Le arrancó pedazos del muslo y se los introdujo en el ano y la vagina. Le hizo docenas de rajaduras en el pubis con una navaja. También la obligó a comer excremento. Finalmente, la partió en dos a nivel de la cintura. Su tormento duró varios días y todo el tiempo estuvo consciente.
El miércoles 15 de enero de 1947, a las 10:45 horas, Betty Bersinger, una mujer que paseaba con su hijo vio un cadáver en la esquina de un vertedero en la avenida South Norton de Los Ángeles, tan sólo a cinco kilómetros de las casas de las estrellas de cine de Beverly Hills. Muchas personas lo habían visto antes, pero lo habían confundido con un muñeco o un maniquí
El miércoles 15 de enero de 1947, a las 10:45 horas, Betty Bersinger, una mujer que paseaba con su hijo vio un cadáver en la esquina de un vertedero en la avenida South Norton de Los Ángeles, tan sólo a cinco kilómetros de las casas de las estrellas de cine de Beverly Hills. Muchas personas lo habían visto antes, pero lo habían confundido con un muñeco o un maniquí
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| Norton Steet Lugar donde se supone un carro arroja el cadaver de Elizabeth Short, Zona en investigacion
Un equipo de detectives de homicidios procedente del departamento de la policía de Los Ángeles, dirigido por los sargentos Harry Hansen y Finis Brown, peinaron la zona donde se encontró el cadáver, una parcela vacía
Evidentemente, el cadáver había sido arrojado desde un coche. Un residente local advirtió que un Ford de color claro estaba aparcado a las 06:30 horas en el lugar donde se encontró el cadáver, pero las altas yerbas que rodeaban la parcela le habían impedido ver algo más.
El cuerpo estaba cortado en dos por la cintura, cubierto de quemaduras de cigarrillo, pequeños rasguños y cortes. La víctima había sido golpeada y tenía cortes en la cara. Su rostro estaba cortado desde la comisura de los labios hacia las orejas, con una técnica denominada;La Sonrisa de Glasgow.,una herida que se inflige desde las comisura de los labios hasta la orejas y que deja una marca semejante a una sonrisa. El asesino realizó pequeños tajos alrededor de la comisura de los labios de Elizabeth, a quien luego golpeó hasta que se le tensaron los músculos de la cara. La intención de este corte residía en posteriormente agredir a la víctima provocando un grito, desfigurando su rostro de esta manera.
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También tenían múltiples cortes en el muslo y el pecho, donde faltaban trozos enteros de carne. Su mitad inferior estaba colocada a medio metro de distancia de su torso, y los intestinos estaban perfectamente escondidos debajo de las nalgas. El cuerpo se había acomodado con las manos sobre la cabeza, los codos doblados en ángulo recto y las piernas abiertas. Le fueron arrancados el bazo, el corazón y los intestinos. Las letras"BD" (iniciales de Black Dahlia) estaban grabadas con un cuchillo en un muslo, y habían lavado el cadáver, presumiblemente para borrar las huellas del asesino. También había sido desangrado completamente. Cerca del cuerpo, los detectives encontraron un saco de cemento que contenía gotas de sanguaza, así como algunas huellas de neumáticos.
Los exámenes del forense mostraron que la mayoría de las heridas se produjeron antes de la muerte y que Elizabeth había sido amordazada, atada por los tobillos y las muñecas, y colgada cabeza abajo antes de morir. La autopsia indicó que Short medía 1.65 metros, pesaba 52 kilogramos y tenía ojos azules, cabello marrón y dientes cariados. Había marcas en sus tobillos y muñecas hechos por una cuerda. Existían evidencias de que había sido obligada a comer excremento.
Aunque el cráneo no estaba fracturado, Elizabeth tenía moretones en la parte frontal y derecha de su cuero cabelludo, con una pequeña cantidad de sangre en el espacio subaracnoideo en el lado derecho, consistentes con golpes en la cabeza. La causa de la muerte fue la pérdida de sangre por las laceraciones del rostro y las heridas en el torso, combinado con el shock de una conmoción cerebral. Había fallecido entre las 21:00 horas del martes 14 de enero y las 03:00 horas del miércoles, día en que se encontró el cadáver.
Los archivos del FBI sobre el caso también contienen una declaración de una de las supuestas amantes de Elizabeth. De igual manera, la autopsia describe sus órganos reproductores como anatómicamente normales, aunque el informe señala la evidencia de lo que llamó "problema femenino", sin que se sepa a qué se refería. La autopsia también indica que Elizabeth nunca había estado embarazada, al contrario de lo que se había afirmado antes y después de su muerte.
Los hechos del macabro asesinato movilizaron al departamento de policia, el encargo fue inicialmente tomado por el inspector Harry Hansen.
Harry Hansen
La policía emprendió la búsqueda del pelirrojo desconocido, el hombre que había conducido a Elizabeth de vuelta a Los Ángeles. El 20 de enero lo encontraron. “Red” Manley admitió haber pasado la noche del 8 de enero con Elizabeth en un motel.
Las Sospechosa de Lynn Martin
Lynn Martin, una cantante, modelo y actriz prometedora, fue
citada en el Departamento de Homicidios de la Policía de Los Ángeles. La
interrogaron dada su amistad con Elizabeth Short. Ambas se conocieron en 1946 y
compartieron un departamento. Las dos acudían a las pruebas de reparto con la
ilusión de entrar en el mundo del cine. Tuvieron muchos pretendientes. Más
tarde, se volvieron a encontrar, en otro departamento compartido con otras siete
chicas que también empezaban.
Algunos Titulares Del Asesinato
Aparicion Bizarra
El 21 de enero, el asesino apareció. Alguien con una voz
suave, de sexo indeterminado, llamó al periódico Los Angeles Examiner, dio algunos detalles que no se habían publicado sobre la tortura de la víctima y prometió mandar algunos “recuerdos” por correo.
El 23 de enero, el dueño de un restaurante divisó un par de zapatos negros y un bolso en un cubo de basura, que más tarde fueron a parar a un vertedero. Robert "Red" Manley los identificó como parte de la vestimenta de “La Dalia Negra”.
Los Correos Enviados
El 24 de enero, los prometidos “recuerdos” llegaron con el correo. El sobre, con la dirección escrita con letras recortadas de periódicos, contenía un recibo de una maleta consignada con fecha del 9 de enero, el certificado de nacimiento de Elizabeth Short, su tarjeta de la Seguridad Social, su identificación personal, algunas fotografías y recortes de periódico sobre la muerte del Mayor Gordon y una agenda de direcciones con una hoja arrancada. No fue posible identificar las huellas dactilares del sobre.
El sábado 25 de enero de 1947, Elizabeth Short fue enterrada. A la ceremonia en el cementerio Mountain View de Oakland, California, sólo asistieron sus familiares. Después de que sus otras hermanas crecieron y se casaron, la madre de Elizabeth se mudó a Oakland para estar cerca de la tumba de su hija. Phoebe Short finalmente regresó a la Costa Este en la década de 1970 y vivió hasta la edad de 90 años.
Tumba in situ
El 27 de enero, el asesino envió otra carta. En ella aseguraba: “Me entregaré el miércoles 29 de enero, a las diez de la mañana. Me he reído de la policía. ‘El Vengador de la Dalia Negra’”.
Reaccion de esos dias
El 29 de enero, la policía esperaba expectante. A las 13:00 horas recibieron una nota: “He cambiado de idea. No me darían un trato justo. El asesinato de la Dalia estaba justificado”. Fue la última comunicación.
Post Evento
El caso de “La Dalia Negra” acarreó una avalancha de confesiones. Borrachos, hombres con fantasías sexuales sádicas, otros con complejo de culpabilidad que querían ser castigados, confesaron. Sin contar a los que se limitaron a llamar por teléfono a la policía para divertirse.
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RIP
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